¿Cortinas o estores? Dos buenas opciones para el hogar

A la hora de planificar nuestra casa, saber cómo cubrir nuestras ventanas es de vital importancia. Pero en la tienda encontrará variadas opciones, divididas principalmente entre cortinas y estores. Usted puede sentirse en ese momento abrumado y pensar que esa elección sólo puede hacerla un interiorista. Pero no se desanime, tras leer este artículo se convertirá en un experto y sabrá cómo vestir su hogar de la forma más adecuada.

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A continuación le ofrecemos una completa guía de cortinas y estores:

Lo primero de todo, es necesario conocer cada uno de estos productos, sabiendo las cualidades de ambos la elección será más sencilla:

Estores

Los estores son un tipo de cortina de gran modernidad. Son piezas de tela que cubren únicamente la superficie de la ventana y no caída más allá o pliegues naturales, como en el caso de las cortinas clásicas. Asimismo, los estores se diferencian entre estores plisados y estores enrollables:

• Estores plisados: este tipo de cortinas se caracterizan por tener un tejido plegado, como el de un acordeón, y es esta particular estructura la que permite abrir y cerrar el estor de manera fácil y en ambas direcciones. Asimismo, la tela está rematada en su parte superior e inferior por los respectivos perfiles, generalmente de aluminio. Este tipo de estor se completa con un sistema de cordones, que atraviesan la tela y los perfiles y se unen a unas zapatas, las cuales se han de encajar en los soportes, unidos estos previamente a la ventana, haciendo que el estor quede fijado y posibilitando su función.
• Estores enrollables: este modelo de estor, en cambio, tiene una tela lisa que se enrolla y desenrolla gracias a un perfil superior y un mecanismo de polea con cadena. De este modo, es posible cubrir y descubrir la ventana a voluntad. Además, los estores enrollables están a la venta en dos tipos de tela. Una de las opciones es la del modelo noche y día, que consiste en una tela doble y fragmentada en tramos de distinta opacidad, por lo que según la posición se pueden conseguir distintos efectos, en lo referido a bloqueo de la luz y la privacidad. Mientras que la otra opción es la Blackout, que consiste en un tejido opaco, gracias al cual se consigue un gran oscurecimiento y un gran resguardo térmico.

¿Cuál es la diferencia entre una cortina y un estor?

Aún teniendo ambos tipos de cortina una funcionalidad común, sus distinciones son notables y por tanto cada cual presenta sus propias características:

• Caída: una de las principales diferencias es la caída de la tela, ya que las cortinas clásicas caen libremente y forman pliegues de forma orgánica. Por su parte los estores plisados tienen una estructura artificial e invariable, al igual que los estores enrollables, cuya superficie se mantiene siempre lisa y uniforme.
• Cobertura: en este caso, las cortinas tienen una cobertura mucho mayor, siendo normal que ocupen el espacio más allá de la ventana, normalmente bajo esta, llegando a veces hasta el suelo. Mientras que los estores ocupan únicamente la superficie de la ventana, adaptándose perfectamente, ya sea al marco o al cristal.
• Manejo: cada tipo de cortina se maneja de forma distinta. Las cortinas tradicionales se mueven de un lado a otro, tirando de la propia tela. Los estores plisados, por su parte, se mueven igual de arriba a abajo y abajo arriba, mediante los tiradores instalados en los perfiles. En cambio, los estores enrollables se manejan al tirar de una cadena, la cual forma parte de un sistema de polea que baja o sube la tela.
• Tejido: las características de cada tipo de tela son distintas. El tacto que ofrece la tela de las cortinas es mucho más suave, sobre todo aquellas con superficie de terciopelo. Los estores tienen una superficie más rígida y menos suave.

• Aporte decorativo: las cortinas son un aporte ideal para una habitación clásica, ya que su apariencia es más orgánica y por ello se compagina mejor con ambientes más tradicionales. Mientras que los estores tienen un diseño más moderno, lo cual los hace más adecuados para una habitación de estilo contemporáneo y una decoración más minimalista.
• Superficie: también ambos tipos de recubrimientos tienen unas superficies muy distintas, siendo unas más orgánicas y otros de aspecto más artificial, lo cual depende del contexto puede ser más o menos adecuado.
• Experiencia: las cortinas tradicionales ofrecen una experiencia más envolvente y acogedora sobre las ventanas. Por su parte, los estores ofrecen una experiencia más técnica y sofisticada, lo que da a cada interior un toque más sobrio, en comparación con el tejido suelto de las cortinas clásicas.

Existen tiendas que permiten encargar cortinas o estores a media. Esto es una gran solución para cada casa, ya que de este modo es posible llevar a cabo numerosas ideas y adaptarse a muy variados tamaños de ventanas y ventanales. Al poder elegir la medida exacta y no tener que adaptarse a las medidas estándar. se consigue una mejor regulación de la entrada de luz y una mejor atmósfera en cada habitación.

Aunque la principal función de las cortinas y los estores es la de proteger la casa de la luz excesiva o las temperaturas exteriores, estos productos son también una excelente solución a las necesidades decorativas.

La propia forma de cualquiera de estas opciones es muy estética, aunque cada cual tiene un efecto particular y su elección dependerá de la decoración de la vivienda. Mientras las cortinas ofrecen una estética más clásica, romántica y natural, que evoca tiempos pasados, los estores tienen una apariencias más contemporánea, minimalista y sofisticada.

También, los propios colores de las cortinas o estores influyen notablemente en la decoración, ya que cada color ejerce un efecto propio. En general estos productos tienen una gran presencia dentro de la vivienda y entonces una buena selección de colores es clave.

Los diversos sistemas de estores y cortinas juegan un papel fundamental en la decoración y funcionalidad de los espacios, permitiendo controlar la entrada de la luz del sol y aportar estilo a cualquier ambiente. Existen así diversas opciones según los gustos y necesidades de cada persona:

Sistemas de las cortinas

En el caso de las cortinas, suelen instalarse en una barra o en rieles, dependiendo del sistema de apertura y del diseño elegido. La barra es una opción clásica y decorativa, ideal para cortinas con anillas o trabillas, mientras que los rieles permiten un deslizamiento más suave y discreto, adecuado para cortinas pesadas o de gran tamaño.

Sistemas de los estores

Por otro lado, los estores ofrecen una alternativa moderna y funcional. Su movimiento puede ser manual o motorizado, enrollándose sobre sí mismos mediante un sistemas de cadena o muelle. La instalación de los estores es sencilla y se adapta bien a casi cualquier clase de ventana, ocupando menos espacio que las cortinas tradicionales.

En ambos casos, lo más importante es mantener a raya la acumulación de polvo y para ello es necesario pasar la aspiradora frecuentemente. De este modo, cualquiera que sea el tejido, se evita la aparición de manchas mayores.

En el caso de los estores, luego de aspirar el polvo, se pueden limpiar con un paño humedecido con agua y un poco de jabón (es importante que dicho jabón no contenga lejía). La forma de proceder es frotar sumamente y no empapar el tejido, aunque en situaciones extremas de mucha suciedad se puede tratar de mojar un poco más.

El mantenimiento de las cortinas no difiere mucho del de los estores, teniendo que ser igual de cuidadosos en su limpieza a mano. Pero se diferencian de los estores en que sí pueden meterse a la lavadora, lo que supone una gran ventaja.

Para quienes buscan combinar ambas opciones, instalar un estor con cortinas es una excelente elección. Esta solución permite superponer, por ejemplo, un estor con cortinas a los lados, logrando así una mayor versatilidad en el control de la luz del sol y en la apariencia del espacio. Asimismo, una ventana con estor y cortina combina elegancia y funcionalidad, permitiendo jugar con texturas, colores y niveles de opacidad según la necesidad del momento.